miércoles, 6 de julio de 2011

Poema numero mil

Entonces ella sonrió,
y en sus pupilas vi reflejado mi rostro,
señal de que era yo quien la hacia feliz...


Me lo negaba en cada instante,
pensando en que tal vez solo esta chica estaba ilusionada, 
o tal vez solo yo.
Entonces vi una lagrima rodar por su mejilla,
me asuste, 
pensé que me tarde demasiado en corresponderle esa mirada ilusionada


Le dije bruscamente,
"No te engañes, eres feliz conmigo"
"¿A que le temes?"


Sus vibrantes pupilas cafés miraron mis manos, 


aclarando la voz, me dijo
"A lo que hay afuera de esta habitación..."



1 comentario:

  1. Me encantan los poemas lésbicos porque, aunque han sido pocas las lesbianas que he conocido, sé que cuando una mujer ama , lo hace de verdad, así que dos ya ni te digo :)

    Besitos :)

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