La vida me acaba de dar una lección... más allá de ser una versión triste (pero cierta) de lo que podemos llamar
karma.
Hace unos instantes ensaye que le podía decir a aquella chica que quebró algo en mi y bueno, fue algo así...
"Nadie tiene derecho a hacer lo que acabas de hacer conmigo: ilusionarme, jugar con una idea de las dos que solo yo tenia en la cabeza, te burlaste de las que estaban pasando. Quise hacer las cosas correctamente, a pesar de que empezó de la peor manera (en realidad ni siquiera empezó) quise creer en ti, en tu sonrisa, en tu mirada; más allá de tus palabras y la situación, te veía a ti y sentía que valía la pena el riesgo... Me equivoqué, por que mentiste o tal ves esa fue tu verdad.
Tal ves esa fue la forma en que quisiste ver la situación, elegiste el camino más fácil, más 'correcto'...
Ilusionaste a alguien que también tiene derecho a querer, a enamorarse, a perder la cabeza,... Nadie tiene derecho a hacer sentir culpa a alguien y sobre todo cuando las cosas no están funcionando porque es una misma la que tiene el conflicto. Nunca me equivoque al pensar que algo estaba pasado, o mejor dicho...que algo dejó de pasar.
Solo que el detalle fue que nunca fuiste realmente sincera con lo que estaba pasando (a pesar de que te pregunte). Me hiciste pensar y sentir que yo era la egoísta; por no ponerme en tus zapatos, por sentir que te extrañaba demasiado, solo quería una tarde a tu lado y tus palabras e indiferencia eran tan hirientes que en realidad pensaba que era yo, la que no entendía la situación...
Tu cobardía e indiferencia quebraron algo en mí, algo que pensaba que ya no tenía: La habilidad para ilusionarse... "
Así que la vida me presentó la peor cara de la cobardía y la más dulce venganza de la indiferencia para hacerme entender, que nadie tiene derecho de hacer lo que tu hiciste conmigo, y yo con ella: crear una ilusión.
Nadie tiene derecho a eso, y peor aún si no estas dispuesta a perder la cabeza junto a esa persona...
Ahora lo entiendo, ahora sé lo mal que me porté, lo egoísta que fui. Lo sádica que fuí lo cubrí con una manto de interés (y amor) ... también ilusione a alguien...
Le pido a la vida que salde mis deudas, que ponga en equilibrio mi balanza del karma, porque hoy día acabo de repasar y entender la lección...
-Todos los corazones pueden romperse, hasta el más desgastado y terco.
-Todos tenemos la habilidad de ilusionarse, aunque en algunos esta habilidad este durmiendo.
-Y sobre todo, que todos podemos perder la cabeza a causa de quienes menos lo esperamos.